Lección 5 - LA BIBLIA ¿Qué debemos saber de la biblia? (Serie doctrina básica)

 LECCIÓN 5

LA BIBLIA

16 Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, 17 a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra.


2 Timoteo 3.16-17


En esta lección aprenderás:

1. ¿Cómo llegó la biblia a nosotros?
2. ¿Cuál es el propósito de la biblia?
3. ¿Qué debemos hacer con la biblia?

¿QUÉ DEBEMOS SABER DE LA BIBLIA? 


¿CÓMO LLEGÓ A NOSOTROS? 



Originalmente, la Biblia fue escrita en hebreo, arameo y griego por más de 40 hombres desde campesinos hasta reyes inspirados por el Espíritu Santo, durante 1600 años. 

Dios inspiró a cada escritor bajo la dirección del Espíritu Santo, por tanto, la Biblia no es una colección de historias o ideas de hombres acerca de Dios (2 Pedro 1:21) 21 Porque la profecía no ha tenido su origen en la voluntad humana, sino que los profetas hablaron de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo.

Casiodoro de Reina, fue el primer evangélico en traducir la Biblia de los idiomas originales, y Cipriano de Valera la revisó y público en 1602. Después de revisiones y comparaciones con los idiomas originales se publicó la versión Reina-Valera en 1960 con 66 libros, desde el Génesis al Apocalipsis, dividida en el Antiguo Testamento con 39 libros que revelan los sucesos antes del nacimiento de Jesús y el Nuevo Testamento con 27 libros que narran el nacimiento, vida y ministerio de Jesús, el crecimiento de la iglesia primitiva y sucesos futuros. 




Dios nos revela su Palabra (1 Corintios 2:9-13) 9 Sin embargo, como está escrito: «Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman».
10 Ahora bien, Dios nos ha revelado esto por medio de su Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo, hasta las profundidades de Dios. 11 En efecto, ¿quién conoce los pensamientos del ser humano sino su propio espíritu que está en él? Así mismo, nadie conoce los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios. 12 Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios, para que entendamos lo que por su gracia él nos ha concedido. 13 Esto es precisamente de lo que hablamos, no con las palabras que enseña la sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, de modo que expresamos verdades espirituales en términos espirituales. 

la única manera de saber lo que está en la mente lo que es de Dios es porque Dios lo reveló a través del Espíritu (v. 11 y 12). El Espíritu Santo reveló las verdades e inspiró a predicarlas y escribirlas. (v. 9  10). No solo con ideas también con palabras con que expresarse, usó el carácter y el vocabulario del autor humano. (v. 13). 

Dios nos da su Espíritu para entender su palabra.
(1 Corintios 2:14-16)
14 El que no tiene el Espíritu no acepta lo que procede del Espíritu de Dios, pues para él es locura. No puede entenderlo, porque hay que discernirlo espiritualmente. 15 En cambio, el que es espiritual lo juzga todo, aunque él mismo no está sujeto al juicio de nadie, porque
16 «¿quién ha conocido la mente del Señor para que pueda instruirlo?» Nosotros, por nuestra parte, tenemos la mente de Cristo. 
El hombre natural, o sea el perdido, no puede recibir las cosas espirituales porque no ha nacido de nuevo (v. 14). Cuando el hombre acepta a Cristo como su Salvador tiene el Espíritu Santo y puede entender las Escrituras a través de Él (v. 15 y 16).

Analice el siguiente ejemplo:


 ¿Cuál es su opinión acerca del vídeo?
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¿CUÁL ES EL PROPÓSITO DE LA BIBLIA? 

La Biblia es la Palabra de Dios, toda y cada una de sus partes provienen de la inspiración de Dios mismo.
(2 Timoteo 3:15-17) 15 Desde tu niñez conoces las Sagradas Escrituras, que pueden darte la sabiduría necesaria para la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, 17 a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra.
Su propósito es la Salvación para el hombre (v.15) y su crecimiento como hijo de Dios, capacitándolo, enseñándole doctrina; redarguyéndole produciendo convicción; e instruyéndole corrigiendo y disciplinando (v. 16-17), para que llegue a ser “Perfecto” maduro, ”enteramente preparado” completamente equipado para toda buena obra (v. 17). 

¿QUÉ DEBEMOS HACER CON LA BIBLIA?

1. LEERLA: Empiece pidiendo la dirección del Espíritu Santo, luego lea el libro, capitulo o pasaje elegido varias veces seguidas para entenderlo mejor, cinco veces como máximo. Durante su lectura trate de responder las siguientes preguntas-. ¿Cuánto fue escrito? ¿Quién lo escribió? ¿a quién está dirigido? ¿en qué circunstancias se escribió? ¿Qué sentimiento hay detrás del pasaje? ¿Por qué y para que se escribió?, muchas veces, para contestar una pregunta o buscar elementos relacionados con el tema, deberá buscar en el Antiguo y Nuevo Testamento. Si encuentra palabras que no entiende debe escurrir a un diccionario. Escudriñe la Palabra hasta encontrar lo que Dios quiere decirle en ese momento particular, como cuando busca algo que ha perdido y necesita encontrarlo.

Si esta empezando a leer la Biblia, le recomendamos leer el Nuevo Testamento en el siguiente orden: 1 Juan, San Juan, San Marcos, Gálatas, Filemón, San Lucas, Hechos y Romanos, después lea todo el Nuevo Testamento dos veces y luego el Antiguo Testamento.

2. MEDITARLA: Permanecer en la palabra, pensar continuamente en ella de dia y de noche, y tratar de entender lo que significa, permitirá al Espíritu Santo dirigir y moldear sus pensamientos de acuerdo a los pensamientos de Dios en su vida cotidiana, sin importar las circunstancias.

3. MEMORIZARLA: Para recordar la palabra de Dios y meditar en ella, necesita memorizarla, de lo contrario olvidara lo que leyó, escucho o aprendió.

Para que memorizar le sea más fácil, anote el versículo en una tarjeta de 7 cm x 3 cm para llevarlo en el bolsillo y repasarlos durante el dia en el micro, cuando espera en fila, etc. Puede escoger en versículo de la lección de cada domingo, las promesas, las bienvenidas, los salmos, etc.

4. OBEDECERLA: muchas veces ha oído y recibido la Palabra ha creído en ella y hasta la ha enseñado a otros pero no la ha obedecido.

Debe ser oidor y hacedor de la Palabra (Santiago 1:22-25) 
22 No se contenten solo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica. 23 El que escucha la palabra, pero no la pone en práctica es como el que se mira el rostro en un espejo 24 y, después de mirarse, se va y se olvida en seguida de cómo es. 25 Pero quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído, sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla.

Si piensa que solo leyéndola ha mejorado espiritualmente, se engaña a si mismo (v. 22). No basta solo con leerla o escucharla, debe obedecerla. Cuando lee y escucha la Palabra de Dios y no la obedece, es como cuando se mira en el espejo, ve que su cara está sucia y sigue su camino sin hacer nada al respecto (v. 23-24). 



Si obedece lo que la Palabra dice, será bendecido, pues cuando lee la Palabra se ve como Dios lo ve, puede examinar su corazón y confesar sus pecados. Lo que le hará feliz no es la lectura de la Palabra, sino su obediencia (v. 5).


¿CÓMO HACERLO?
Le proporcionamos un ejemplo que le ayudará a aplicar la palabra de Dios en su vida diaria, haga su ejercicio ahora:

1. Lea Josué 1.8 y responda las preguntas:
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

¿Hay un mandato que obedecer?
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¿Hay un ejemplo para seguir?
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¿Hay un pecado para evitar?
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¿Hay una promesa para mi?
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2. Copie en una tarjeta el versículo clave para memorizarlo.
3. Apropiese del versículo, personalizandolo en cada frase, vea el ejemplo de Josué 1.8

Nunca se apartará de mi boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditaré en él, para que guarde y haga conforme a todo lo que en él esta escrito; por que entonces haré prosperar mi camino, y todo me saldrá bien.


Unión de jóvenes Emmanuel

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¡El Rey ha resucitado, Él vive!



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